Hace ya tiempo que tenía en mente hacer este plato. Y por fin me decidí.
Es de sencilla elaboración y lo mas engorroso es quitar todas las espinas al pescado, algo fundamental. Pensad que la lubina no la vamos a ver en el plato, ya que estará escondida en el interior del hojaldre.
Como marisco, si os apetece, podéis utilizar lo que mas os guste. Yo utilicé unas zamburiñas y unas colas de langostino, pero podría haberlo hecho con unos mejillones, por ejemplo.
Si utilizáis zamburiñas podéis ver como se limpian AQUÍ.
Hace dos o tres semanas que veo en el mercado huevas de merluza con una pinta excelente. Siempre me echa para atrás que sólo dos personas en casa somos aficionadas a ellas, pero en esta ocasión no lo dudé y compré para hacer poco más que un aperitivo.
Viéndolas no tienen un aspecto muy apetecible, ni tampoco después de cocidas. Ya comento en el vídeo que su aspecto no hace justicia al resultado final, por lo menos a mi me lo parece y, ese, creo que es el motivo de que en casa no nos gusten a todos, pero insisto, a mi me encantan.
Hay platos que su aspecto no invitan. Hay gente que no es capaz de probar algo que no le entre por los ojos.
La primera vez que vi la lamprea a la bordelesa no me pareció muy apetecible, pero estaba de escándalo.
Hace unos años en Ponte da Lima (Portugal) pedí para compartir con mi hermano una generosa ración de arroz de sarrabulho, y el resto de los comensales que nos acompañaban no daban crédito. Estaba para morirse.
¿Cuantos platos has dejado de probar por su aspecto?
El sábado pasado fui al mercado a por un poco de pescado, un buen molete de pan de Lugo, queso del país, fruta y verdura.
Me resulta un poco cansado tener que aguantar toda esa cola que hay en mi puesto de pescado preferido, pero la calidad del género merece la pena. Además, me veo un poco obligado por mi hija, una mocosa de cuatro años, que sabe que allí, nada mas llegar, la obsequian con un huevo de chocolate. No se que le gusta más, el chocolate o el regalo que viene en su interior.
La chica de los quesos siempre le da un buen trozo de queso, que acabo terminándolo yo cuando llegamos al puesto del pan, por que sabe que ahí le dan un generoso colín, que aquí llamamos palito. Finalmente en la fruta le regalan una o dos piezas de fruta, dependiendo de la temporada. Ahora tocan mandarinas.
Siempre que voy al mercado me llama la atención como unos puestos están abarrotados y otros no.
Lo puedo entender especialmente en el pescado, a la vista está, y también en la carne, pero en las fruterías, donde los cítricos, manzanas, peras, etc., son de la misma firma, tienen una pegatina común, es algo que no entiendo. El precio es similar, donde alguno tiene unos céntimos por arriba tiene otro producto unos céntimos por debajo y no es cuestión de estar haciendo números y colas un sábado por la mañana. En las fruterías de un mercado, teniendo el mismo producto ¿porqué unas tienen más clientela? ¿que valor añadido tienen estas últimas?
Me hacen mucha gracia los reclamos puestos con poca clientela, especialmente en el pescado que te invitan a acercarte con un "neniño, mira que frescura tengo"
Lo cierto es que siempre caigo, o me dejo caer, en los mismos puestos y la cosa no va mal, aunque tenga que esperar un poco.
Bueno, mi pescadera tenia el sábado pasado un material tan bueno y variado que me costó decidir lo que me llevaba. Finalmente, para la comida de ese día nos llevamos dos besugos de unos 650 gr. cada uno y a un precio francamente bueno, y con ellos hice esta receta